11/7/17

Redes sociales y padres

Con la masificación de los teléfonos móviles y de las redes sociales se ha convertido en habitual capturar un momento alegre y compartirlo en redes sociales. Aspectos personales, y a veces privados, de nuestra vida están en internet: entrenar en el gimnasio, la graduación, con los amigos en el bar, etc. La creación de una nueva familia no es algo ajeno a esta tendencia.

Se da el caso de que un ser humano puede tener, mucho antes de saber su nombre, multitud de fotografías en redes sociales. ¿Es esto malo? Sí y no.

Cuando alguien publica en una red social, concede mediante un contrato los derechos sobre sus fotografías. El adulto es más o menos consciente de hacerlo, pero el niño o la niña cuyos padres cuelgan fotos en la red social no tiene voz ni voto, ni tampoco criterio para decidirlo ni entenderlo. Si respetamos a adultos que no quieren presencia en redes sociales, ¿habría que respetar, como padres, a los niños que aún no pueden decidir si quieren estar en redes sociales?

El tema no es baladí. La agencias de prensa tienen que pedir permiso a los padres o representantes legales antes de publicar fotografías en medios sociales (y tradicionales). ¿Los padres pueden hacer, pues, cualquier uso de este permiso? ¿O, por el contrario, hay límites?

Aparte de forzar la presencia de los hijos en redes sociales, otra preocupación atormenta a los más críticos: si es apropiado hacer caso a las redes sociales desde el móvil mientras estamos con nuestros hijos.

El periódico El Diario se hace eco de un estudio inglés en el que se sugiere que las interferencias por tecnología en la relación con los hijos podrían asociarse con un peor comportamiento de los mismos. Distraerse en redes brevemente mientras nuestro hijo juega o nos cuenta su día en el cole no le va a convertir en delincuente, pero ¿es saludable para la relación?

Las consecuencias del uso de las redes sociales se han sobredimensionado y se exageran con frecuencia sus beneficios y perjuicios. Subir fotografías del bebé a una red social no es malo en sí. Se ha naturalizado como el sustituto de enviar la foto por correo o de sacar el álbum de fotos cuando hay visitas. El problema es que se obvia que cedemos la foto a una empresa para enseñarla entre la familia y que negamos la posibilidad al fotografiado de decidir si quiere estar en esa red social.

No hay una respuesta correcta. Lo importante es que tengamos nuestro propio criterio como padres para usar redes sociales, tanto de un uso para nosotros como con nuestros hijos.



1 comments:

Unknown dijo...

Me parece una reflexión muy interesante e importante a tener en cuenta.

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